El deseo de amar es primordial y esencial en el ser humano, pero, en las primeras etapas de su existencia, el humano experimenta este deseo fundamental cubierto por otros deseos, que lo esconden. Él se esfuerza, entonces, en pos de errores volitivos de interpretación (auto engañado de lo que verdaderamente desea), por ejemplo, se esfuerza en: deseo exagerado por el dinero, la posición, los bienes materiales, el ser admirado, etc. creyendo que son ésos los deseos genuinos, cuando sólo se trata de engaños de interpretación.
Al Hombre (término genérico) le cuesta eras interminables de tiempo descubrir la verdad y comenzar a realizar el logro de ese único y verdadero deseo divino, que es:
La experiencia de Amor.
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