Escuelas de Misterios

La vida ha discurrido intensa e interesante desde aquel agosto de 1993 en el que, después de una profunda meditación, volví al estado de vigilia con una idea totalmente revolucionaria en mi vida: Tenía que crear una revista esotérica que se llamaría Escuelas de Misterios. La cual tendría el propósito de informar, divulgar e instruir sobre la enseñanza espiritual de cualquier tradición verdadera y sus grandes líderes, su obra y su vida.

La idea se materializó rápidamente en forma de imágenes y pude ver claramente cómo podría ser y funcionar. Pero, inmediatamente surgieron las dudas y temores: yo nunca había escrito nada, no tenía experiencia en el ámbito editorial y aunque disponía de un empleo bien remunerado de director comercial de una entidad bursátil, no disponía de recursos para emprender tamaña aventura.

Recordé los principios espirituales, tantos años estudiados y meditados, especialmente lo que se denomina “el cruce de caminos”, donde el estudiante espiritual, en un punto crítico en su sendero,  tiene que decidir entre continuar una vida profesional “normal” o escoger una vida de plena dedicación a la expresión espiritual y al servicio. Pensé en el caso de Paul Foster Case que, siendo compositor y pianista de gran éxito, abandonó una vida de reconocimiento profesional y artístico por una vida de servicio, creando un renovado cuerpo de enseñanza espiritual, sin reconocimiento público y, ni siquiera, holgura económica.

Aquel mismo día decidí renunciar a mi seguro empleo y entregarme totalmente a esa loca idea. Se lo planteé a Enrique San Juan y a mi esposa Adriana, quienes dijeron: Estamos a tu lado ¡adelante!. Me apoyaron Montse, Loreto, Lee, un matrimonio amigo de la Rosacruz y otro matrimonio que nos alquiló un local en generosas condiciones; sin más, nos lanzamos a crear el primer número de la revista Escuelas de Misterios que apareció al mercado en la Navidad de ese mismo año.

Recuerdo como el padre de Enrique y Loreto, Esteban, se prestó a las sesiones fotográficas que hicieron de su brazo y mano los portadores de la Lámpara del Ermitaño que iluminó nuestra primera portada. Y el hecho de que el farolillo nos lo prestó el buen amigo Antón Sala, en ese tiempo el líder espiritual del movimiento Martinista de Papus, en España.

Los Hermanos de las ordenes esotéricas a las que pertenezco –Masonería, Rosacruz, Martinismo, etc. – se entusiasmaron con esa revista que trataba de sus temas de interés espiritual de manera inédita y rápidamente se suscribieron.

Fueron unos tiempos de inmensa actividad. Parecía imposible que, mes tras mes, el siguiente número estuviera en las librerías especializadas y kioscos. Allí estaba nuestro extraordinario super director comercial Victor Escobar. Y, puntualmente, el milagro ocurría. El cósmico siempre fue oportuno a través de muchos buenos colaboradores que por medio de sus artículos, publicidad y suscripciones hicieron posible que una simple revista – muy especializada – marcara un hito en el terreno de ese pequeño target espiritual.

Pasaron muchos años y Escuelas de Misterios descubrió un propósito todavía más esotérico que, de modo potencial, portaba desde su origen: la creación de una moderna escuela de desenvolvimiento espiritual especializada en la Kabbalah.

La publicación dejó paso a la creación de esa magna obra y su aparición se fue espaciando, aunque se mantuvo viva y apareció esporádicamente en los últimos años. Es como si hubiera sacrificado de sí misma para dar lugar al nacimiento de un hijo espiritual: La Alta Escuela de Kabbalah de Barcelona Kaf Resh Yeshivá.

Hoy día ese producto está consolidado, la escuela está madura y ha llegado el momento de la compensación. Ahora, la revista Escuelas de Misterios vuelve a aparecer periódicamente, pero,  los de entonces ya no somos los mismos. . Hemos madurado, evolucionado y, en el presente, la revista tiene detrás de sí, como soporte, una Escuela de Kabbalah con más de un centenar de veteranos estudiantes espirituales que le dan apoyo, sustentáculo e inspiración. El circulo se ha cerrado, las leyes se han cumplido, ha llegado el momento y Escuelas de Misterios número 23 ¡Ya está – de nuevo- en la calle!