Issy Benjamin y Harold Ackrongold, directores de Kabbalah Society para Londres y Nueva York, respectivamente, fueron invitados por José Luis Caritg, director de Escuelas de Misterios, a dar sendas clases de cabala el pasado 8 de marzo.
La exposición de Issy Benjamin se centró en el simbolismo y la práctica mística del Tefilim y Harold Akrongold disertó sobre
la búsqueda de Dios en el misticismo cabalístico; su aplicación práctica.
Ambos representantes de Kabbalah Society fueron destacados ponentes en los congresos internacionales de Kabbalah, Las Puertas de la Luz, organizados por Escuelas de Misterios.
marzo 12th, 2011 on 10:10
Fue una sorpresa muy agradable volver a reencontrar a Issy y a Harold. No deja de sorprenderme como cada pequeño gesto de los rituales, como el uso de Tefilim, tienen tanto significado; como las vueltas de la correa por el brazo que representa el Árbol de la Vida y que al final aparezcan las letras hebreas en la mano.. (eran la shin, la daleth y la yod de Shaddai el Hai, verdad?).. lo de crear el templo con el pañuelo también me pareció hermoso. Harold como siempre con ese tono tan cariñoso y pausado, un bálsamo… Gracias a la escuela por deleitarnos con estos instructores… Y acabamos de empezar pues este año vendrán muchos más!
marzo 12th, 2011 on 21:38
Siempre es un regalo, el reencontrarse con Instructores de la talla de Issy y Harold.
Entrar en contacto con ellos, escucharlos,disfrutar de sus enseñanzas es una Bendición para nuestros corazones y nuestras mentes.
Llenàndonos de Inspiración, nueva Visión y Alegria.
Agradezco a la Escuela el que una vez más, nos facillite y nos de la oportunidad de disfrutar de estos momentos de Belleza.
marzo 24th, 2011 on 8:47
El encuentro con Issy Benjamin y Harold Hakrongold fue nuevamente entrañable e inspirador. Cada uno tocó una fibra de mi corazón.
El “Kadish” recitado por Issy fue tan revelador como su enseñanza sobre los Tefilim: qué bello es conocer el significado de las cosas. Cuan ciego está uno cuando «no ve» la belleza que todo acto humano y ritualístico encierra en si mismo.
Harold nos habló de Dios: de la infinita esencia del Santo Uno. De lo abstracto e inabarcable y, a la vez, tangible de su Naturaleza. Para terminar diciéndonos algo tan simple como «qué lo más bello y difícil es hacer actos buenos, por ejemplo una caricia». Y es que en un acto bello está la esencia infinita de Dios. Tras su gran e imponente apariencia Harold bajo mi percepción posee una sensibilidad extrema y exquisita.
Qué hermosos regalos nos hace la vida a través de la Yeshivá.
Un auténtico placer.